sábado, 27 de noviembre de 2010

Encuentro con Fernando Argenta (II): 'Los clásicos también pecan'

Sobre el libro le empiezo preguntando cómo van las ventas. Me responde que han ido bastante bien, teniendo en cuenta el libro que es. Ha llegado a la cuarta edición. Me asegura que Plaza y Janés, la editorial, está contenta, con lo cual, él también lo está: "Un libro no se escribe generalmente, a no ser que sea un best-seller, para ganar dinero, lo escribes por necesidad, como un reto. Yo he escrito este libro porque a mí me halaga mucho que piensen de mí. Cuando te proponen una cosa, tienes miedo porque no quieres decepcionar. Te ves halagado y lo haces por eso. Mi preocupación es no decepcionar a la editorial y al que lo lea, y los que lo han leído me han contado que lo han hecho con una sonrisa". Entre ellos me incluyo.


En Los clásicos también pecan, La vida íntima de los grandes músicos, Fernando pretende mostrarnos la faceta más humana, (y por qué no decirlo, más gamberra en algunos casos) de los grandes músicos: "acercarnos a ellos no como si fueran dioses o estatuas de granito, sino como lo que son, seres humanos de carne y hueso". Respecto a la desmitificación de los grandes músicos que podría provocar, él me asegura que a través de sus "defectillos" tenemos un conocimiento mayor y mejor de su vida y obra: "sabiendo cómo eran como personas, podremos conocer mejor la genialidad de sus obras: escuchando la marcha fúnebre de la 3ª Sinfonía, Heroica, de Beethoven puedes saber que el autor lo estaba pasando mal en ese momento, o la 6ª, la Patética de Tchaikovsky muestra a un compositor al borde del suicidio...".

La editorial le planteó escribir un libro no para eruditos en música clásica, sino en donde se mezclara la divulgación musical con dosis de curiosidad y, hay que reconocerlo, con un poco de morbo ("porque si le damos al lector una cosa con un título muy serio, huirían de ella"). Eso sí, siempre desde la seriedad y el rigor documental.

Como documentación ha utilizado multitud de libros y cartas originales de los autores que ha acumulado a lo largo de toda su vida como divulgador musical, dice que no ha incluido una lista de bibliografía al estilo tradicional porque por cada compositor le salían ¡cerca de 50 libros consultados! Él únicamente lo que ha hecho es agradecer la labor del traductor en las últimas páginas del libro. Mucha de la documentación consultada fue la misma que sirvió para elaborar ese serial apasionante que fue sección de sus Clásicos Populares durante largas temporadas: "La vida amorosa de los grandes músicos" (podemos decir que el libro es una materialización editorial de esa sección). Y es que la vida amorosa juega un papel muy esencial en los grandes genios que incluye el libro, en total 13.

Pero "detrás de un gran hombre hay una o varias grandes mujeres". Ese es el título del epílogo del libro donde Fernando rinde un homenaje a todas aquellas féminas que por unas razones u otras apoyaron y aprobaron la labor de sus maridos o amantes.

Junto a esa vida amorosa (en muchos casos de auténtico culebrón que no tiene que envidiar a la de los famosos de hoy en día) Fernando da un repaso con su característico estilo ameno y desenfadado a los detalles más significativos de la biografía de cada uno. Según él "la infancia o la educación de cada músico determina en muchos casos su vida posterior".

La verdadera intención que busca, más que en mostrar sus defectos, infidelidades, pecados, etc, es según Fernando, "que escuchen, que escuchen y se emocionen con la música de estos genios igual que lo hago yo" (al final del libro ha incluido una lista con los títulos más esenciales de cada autor y que fueron obras de la semana durante los años de Clásicos Populares).

El libro está recomendado para todas las edades y públicos ("estos músicos eran unos santos comparado con lo que ven hoy los niños por televisión").

El bueno de Argenta me desveló que es posible que salga una segunda edición con otro puñado de músicos a los que Fernando deje al descubierto sus secretos más íntimos. La esperaremos con verdadero interés.


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